La voz del actor/actriz tiene que ser capaz de envolver gratamente a todos los espectadores de un teatro o acariciar el oído del espectador detrás de una pantalla. En uno u otro medio siempre tiene que ser una voz especial, distinta a las que escuchamos en nuestro día a día, una voz que invite a ser escuchada, una voz que entra no sólo por el oído sino por la piel del oyente, pues es capaz de estremecerle.
Para conseguir este objetivo lo primero que debemos saber es ¿Qué es la voz humana y qué órganos están implicados en ella?
La voz humana es sin duda el instrumento musical más perfecto y bello. Para entender su funcionamiento, muy similar al de un instrumento de viento pues produce el sonido por la vibración de este, debemos distinguir entre: el aparato respiratorio, el aparato fonador y los resonadores:
- El aparato respiratorio (zona de abastecimiento) es el que proporciona la columna de aire, y está formado por los pulmones, la tráquea y un músculo de gran importancia para el actor pues está conectado a las emociones, llamado diafragma.
- El aparato fonador (zona de producción) tiene como elemento principal las cuerdas vocales, situadas en la laringe, que producen el sonido por vibración.
- Los resonadores (zona de elaboración) amplifican y dan timbre y calidad al sonido, igual que la caja de resonancia del instrumento. Los principales resonadores son la cavidad bucal y las fosas nasales, unidas por la faringe y el velo del paladar, que puede abrir o cerrar la comunicación entre ambas cavidades, y los resonadores craneofaciales, cavidades huecas en los huesos del cráneo y la cara que resuenan cuando se produce el sonido.
El Actor/actriz debe primeramente aprender a tomar conciencia de los órganos implicados en la misma: su respiración, diafragma, aparato fonador y sus resonadores y una vez que los conoce e identifica trabajar la técnica que le permita desarrollarlos y sacarles el máximo rendimiento.
Una vez trabajada la técnica de los órganos implicados hay que empezar a buscar organicidad, buscar esos matices que estremecen así como ser capaz de proyectarlos. Se consigue a lo largo de años de entrenamiento mediante un trabajo constante que invita a investigar todos los sonidos que seamos capaces de emitir, permitirlos viajar por nuestro interior, unirlos a las emociones, al movimiento, que nos atraviese cada órgano vital y sentirlos viajar como viaja el aire que emite el sonido. La pasión, alegría, melancolía, ansiedad, tristeza… todas las emociones adquieren otra dimensión en la voz del actor/actriz porque es uno de los vehículos de expresión más importantes que tiene.
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